jueves, 4 de abril de 2013

VIH Y AFECTACIÓN CEREBRAL

El diagnóstico de cualquier enfermedad crónica supone para el paciente un estrés que le hace pasar por un duro proceso psicológico que le obliga a enfrentarse a su nuevo estado de salud todos los días. Este es uno de los motivos que se han identificado como causa de la mayor prevalencia de trastornos depresivos en los pacientes con enfermedades crónicas en comparación con la población general. Y en el caso de los pacientes infectados por el VIH, la incidencia de estos trastornos es superior al de otro tipo de pacientes con patologías crónicas.
Es importante destacar que no solamente la "presión social" que aún persigue a esta enfermedad es la que tiene influencia sobre el estado emocional del paciente, sino que factores fisiológicos relacionados con el virus también pueden empeorar este estado emocional, e incluso inducir trastornos del Sistema Nervioso Central.
Recientemente se han descrito trastornos neurológicos asociados al VIH (HAND) que pueden ir desde asintomáticos hasta la demencia. En las etapas iniciales de estos trastornos los más comunes son: bajo grado de concentración, lentitud de movimientos, dificultad verbal, de aprendizaje y de memoria.

Imagen tomada de vihsalud

La patología neurológica en estos pacientes es un tema que preocupa a los médicos y los pacientes puesto que condiciona enormemente la calidad de vida de los mismos.
Parece ser que muchos de estos trastornos son debidos a que le virus alcanza el líquido cefalorraquídeo y se replica en el cerebro. Sin embargo, los nuevos tratamientos antirretrovirales consiguen atravesar la barrera hematoencefálica alcanzando niveles adecuados del fármaco en el líquido cefalorraquídeo y de esta manera impedir la replicación del virus y por consiguiente un mejor control de la infección. Pero como siempre recordamos desde PROAVIH, sin una adecuada adherencia, este efecto beneficioso de los medicamentos no se podrá obtener.




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