Como ya hemos indicado, en la actualidad disponemos de fármacos que prácticamente consiguen inhibir el desarrollo del virus. Sin embargo, para que este efecto se pueda lograr, es necesario que los niveles en sangre de los fármacos sean suficientemente altos y esto es imposible de lograr si la medicación no se toma correctamente. Por tanto la falta de adherencia, impide tener niveles de fármaco en sangre que bloqueen la replicación del VIH.
Se podría pensar que esto
no tiene la mayor importancia, volvemos a tomar la medicación y controlamos de nuevo la infección. Pero… las características del
VIH hacen que cuando existen niveles bajos de los fármacos el virus no
sólo se replica, sino que pueden aparecer resistencias a los fármacos que
hasta ese momento eran efectivos.

Desde PROAVIH queremos que quede claro que no ser adherente puede tener
consecuencias muy importantes sobre su estado de salud y la de sus compañeros.